3er banco fila derecha fue mi ubicación al entrar al aula de mi
primer grado lo recuerdo con total claridad, sentadito con muchas expectativas
en ver quien seria mi nuevo compañerito, y seguramente mi nuevo amiguito de toda esa nueva experiencia que seguramente
también compartiría inolvidables tardes
de fútbol, jugaríamos a la mancha y a todos los juegos
brutos que acompañaron toda mi infancia hasta ese momento.
Pero
de repente toda mi ingenuidad fue interrumpida por completo al ver una hermosa
niña ingresando al aula con dos largas trenzas rubias dueña de unos ojos de un
color azul que me dejaron sin palabras, seguí el recorrido de sus pasos sin
dejarla de mirar un segundo, la examine de
pies a cabeza su diminuto cuerpito se
llevaba toda mi atención hasta que de repente veo que se acerca a mi y me pregunta dulcemente. Me puedo sentar? Mecánicamente y sin pensarlo respondí Si! me
mira la miro me quedo observando su belleza, y ella no para de hablarme, no
para de moverse no para de sacar todas
sus cosas de su mochilita, no para de
hacer varias cosas a la ves, pero ella
sin embargo se dio cuenta al segundo de mi gran
debilidad no saber decir que no
. Al minuto ya comenzó a aprovecharse de mi y
se adueño de prácticamente todo el banco acomodando sus cositas ella seguía
hablando hacia muchísimas cosas a la vez, que me mariaba, fácilmente me di cuenta que
era un poco mas inquieta mas curiosa y mas inteligente; durante la espera de nuestra primera maestra me
pregunta como te llamas? le respondí amablemente ALBERTO le pregunte cordialmente y vos? Y de esa
delicada boca escuche el nombre que meses después comenzaría a odiar y detestar
con toda mi alma en todos mis días en el colegio YO-LAN-DA minutos
después y estirando su delicada manito
escucho queres ser mi amigo? En ese momento jamás imagine que ese tímido Si
seria el primer paso de mi larga maratón asía la desgracia. Ella siguió
abusándose de mi grave problema para decir no y empezó a disfrutar de mi
debilidad. A partir de ese momento pase a ser su compañero en todos sus juegos que todo el mundo le decía que no yo era el único
que decía que si, esto sucedió durante años pero ya llegada la adolescencia
esto se hacia menos llevadero al darme cuenta que yo nunca disfrute de lo que
realmente quería y solo hacia todo lo que quería y tenia ganas ella. Porque automáticamente tenía mi aprobación
seguido de preguntas como, Beto jugas a
la rayuela?, Beto no me haces la tarea? Beto me servís jugo? Nunca pude decir
que no, y cansado de darle mi ultimo bocado
de alfajor en todos los recreos fui al
psicólogo quien me dijo que tenia que limpiar mi mente de sentimientos de
simpatía para con los otros y que la receta para eso era una pizca de
indiferencia, una cucharada de orgullo y un taza de desprecio asía los demás
pero yo no podía ser le indiferente no podía despreciarla era muy grande el
encanto que tenia asía ella, Encanto que se llevo en su totalidad la adolescencia
día a día le florecían en su ex piel de porcelana entre 3 y 5 protuberancias casi
del tamaño de sus enormes ojos azules los cuales fueron tapados por unos
enormes anteojos de grueso armazón marrón
para poder sostener el peso de esos cristales casi del tamaño de una óptica de
un automóvil , sus hermosas trenzas desaparecieron dejando al aire libre un
pelo pajoso y desprolijo que acompañado de un mala decisión del peluquero le
daban forma de canasta de mimbre a su cabeza, su diminuto guardapolvo quedo muy
lejos y fue remplazado en unos pocos meses en uno guardapolvos de adulto lo único que mantuvo de
aquel primer día fue su altura seguí conservando su metro 15, cada día era una
pesadilla a su lado pero no podía decirle que no a nada intente infinidades de
veces solo en mi casa frente al espejo con toda clase de no, no con brazos cruzado,
no con brazos extendidos, no acompañándolo con movimiento de dedo, No acompañando con el brazo ,no separándolo
N-O, no con distintas tonalidades ,no a los tenista noooooo. Pero al cumplir 16
años un día me dice queres ir a la plaza obviamente dije si, al llegar y
acomodarnos en un banco tomando dos helados que ofreció ella y para no perder
la costumbre volví a aceptar llego una pregunta que jamás pensé que iba a dar
fin a mi pobrema , totalmente distraído mirando la calle ya había perdido el
placer de ver sus labios cuando se movía solo le prestaba una oreja quería evitar
ver su aparato dental rebalsando
de restos de almuerzo y quizás de la cena anterior , cuando llego la pregunta
que nunca imagina que daría por culminado mi problema de no poder decir que no
y escuche dulcemente su vos ya no tan dulcemente como el primer día.. Queres
ser mi novio?
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